Hoy celebramos la fiesta de San Crispín y San Crispiniano, patronos de los zapateros.
Fueron mártires cristianos, zapateros de oficio. Ellos eran hermanos y pertenecían a una familia noble romana. Fueron como misioneros de la Fe Cristiana a Gaul y se establecieron en Soissons donde ejercieron su oficio. Hacían zapatos de muy buena calidad y los vendían a los ricos pero a los pobres se los regalaban.
Durante la gran persecución de Diocleciano a finales del siglo lll, ellos fueron llevados ante Maximiano Herculeo quien era el co-emperador. Al principio Maximiano trato de que renunciaran a su fe con promesas y amenazas. Cuando Maximiano vio que sus esfuerzos no funcionaron, el entregó a Crispín y a Crispiniano en las manos de el gobernador Rictiovaro, un cruel perseguidor de los Cristianos quien los mandó torturar y después decapitar.
Shakespeare los mencionó 6 veces en su obra “Enrique V” y después en “Julio César”.
Santos Crispín y Crispiniano rueguen por nosotros.