Jesús antes de escoger a sus discípulos, subió al monte a orar toda la noche. Después de una noche de discernimiento y oración con su Padre, eligió a los doce.
Esos doce fueron los primeros testigos de sus milagros. Ellos vieron cuando Jesús resucitaba a los muertos. Pudieron ver a Jesús sanar a los enfermos. Estuvieron a los pies del Señor cuando les enseñaba y les decía todo lo que era el reino. Ellos escucharon su voz, comieron con él, y hablaron directamente con él.
Jesús les dio poder para ir a testificar en su nombre, y sanar a enfermos. Aun teniendo al maestro con ellos, no les fue suficiente y uno de ellos lo traiciono.
A veces los elegidos de Dios lo traicionan.
Gracias a Dios aun con el escándalo de Judas traicionando a Jesús, la iglesia siguió adelante.
Este fue el escándalo más grande que nuestra Iglesia ha tenido en toda su historia. Sin embargo, en vez de fijar su mirada en solo uno, fijó su mirada en los otros once y la obra de Dios siguió adelante.
La iglesia ha tenido altas y bajas durante toda de su historia. Ha tenido a muchos que supuestamente eran elegidos pero que también traicionaron al Señor.
En el tiempo de la reforma protestante hubo un Papa que tuvo 7 hijos con diferentes mujeres. En ese mismo tiempo subieron sacerdotes que que continuamente tenían relaciones con los miembros de sus iglesias. Y por causa de estas cosas Martin Lutero se separó de la comunión de la iglesia. Sin embargo en este descenso de la iglesia también surgieron Extraordinarios Santos como San Francisco de Sales Y San Francisco de Asís por nombrar algunos, para ayudar a que la iglesia perseverara.
En los medios de hoy, la multitud se fija mas en el uno que causa el escándalo que en los once que hacen el bien.
Y tu como vas a responder?
Aunque los hechos de estos sacerdotes no son justificados de ninguna manera, no hay que solo fijarnos en el mal de algunos si no fijarnos en el bien que los otros han echo. En este tiempo de decadencia de nuestra iglesia es cuando más hay pedirle al Señor que levante a grandes Santos. Pero no me refiero a los religiosos solamente. Si no mas bien a todos los que formamos el cuerpo de Cristo.
Si nuestra Madre Iglesia esta siendo atacada, HAY QUE DEFENDER A NUESTRA MADRE! Recuerda que formamos parte de la iglesia militante. Hay que combatir el mal que esta infiltrando en nuestra iglesia, con oración, con obras de caridad, llevando el evangelio en el corazón y hacía los demas, amando a tu prójimo y sobre todo amando a Dios.
Lo bueno que podemos ver en todo esto es que podemos estar aun mas seguros que estamos en la verdadera iglesia de Cristo, porque el enemigo tiene toda la intención de destruirla.
El Señor quiere y va traer un nuevo nacimiento de la Santidad. Pero comienza con nosotros mismos. Pide que levante a laicos y religiosos santos. Personas que realmente quieren agradar el corazón de nuestro Señor.
Te vas a echar atrás en el momento en que Dios te esta llamando, te vas a alejar de tu Madre iglesia en el momento que más te necesita? Como vas a responder?